Mistress Jade Black Dominatrix
Dominación Femenina - Bdsm
Fetichismo - Fantasías Sexuales
¿Qué se entiende por ser una buena Dómina? Es una cuestión compleja y que admitiría muchas respuestas
Desde la perspectiva sumis@s-Amas, podríamos plantear unos requisitos que se deberían exigir (mentalmente, claro) a toda aquella Dama que se presentase como supuesta ama ‘Dominante’, como paso previo a identificar en ella tales requisitos a través de sus indicadores de comportamiento:
Como idea general, una buena Dómina es aquella que:
• Posee una estabilidad psíquica a prueba de ‘tsunamis’ mentales de forma que su talante no se altere por nimiedades ni que le aparezcan complejos mentales de tipo alguno. Ésta es la cualidad fundamental en un Ama pues todo complejo mental no deja de ser una herida psíquica que acaba sangrando y haciendo sufrir a quienes la rodean al imaginarse cosas que no son o al magnificar cosas que tal no merecen. Si esta cualidad no adorna la inteligencia del Ama, nada de lo que sigue funcionará.
• Tiene la capacidad de influir de forma dominante en las personas del mundo BDSM que la rodean y tales capacidades dominantes se le notan de forma evidente. En definitiva, que despida autoridad.
• Es capaz de proyectar esas cualidades sobre todos aquellos que entran en el mundo BDSM desde una perspectiva de sumisión y, en particular y de manera directa, sobre aquellos sumisos que ella ha elegido.
• Cuando decide proyectar su talento dominador o ‘poder’ sobre alguien, lo hace principalmente por placer, disfrutando en esa situación. Independientemente de que confluya en la relación sumis@-Ama el intercambio económico.
• Disfruta en gran medida con sus acciones de proyección de poder.
• Diseña una metodología educativa hacia su sumiso que sea progresiva en el tiempo y que le garantice que las enseñanzas aprendidas por este sumiso se sumen, se integren, perduren y actúen acumulativamente sobre la mente y el cuerpo del sumiso, educándole para el mañana. Dominar es el placer de hoy, educar es el placer del mañana.
• Jamás busca hacer (ni hace) ningún tipo de daño serio a las personas que ella somete ni a terceras personas involucradas en el BDSM. En definitiva, debe ser responsable. Seguro-Sensato-Consensuado.
• Salvaguardando este último principio, es capaz, en la búsqueda su propio placer dominante, de romper, franquear y violar, con tanta valentía como buen juicio, algunas de las reglas prohibitivas o restrictivas procedentes del mundo vainilla, aportando a su vez buena dosis de perversión y de sadismo. Por ejemplo, torturar a alguien en el mundo real es un crimen, torturar un Ama a su sumiso es el derecho de ella y soportarlo es la obligación de él, ¿o no?.
• No confunde cualidades inherentes a la Dominación como la exigencia o la dureza hacia sus sometidos con deformaciones siempre indeseadas de la propia personalidad como es la mala educación, la descortesía, la tiranía o el despotismo.
• No confunde sus derechos de posesión sobre sus sumisos como tales sumisos, con sus ‘no derechos’ sobre sus sumisos como personas. En otros términos más claros: la nómina del sumiso o sus bienes o su familia o sus intereses no deberán ser jamás objeto de dominación alguna por parte del Ama. En definitiva, el Ama debe tener un sentimiento ético hacia todo lo que significa el BDSM.
• Entiende que el sumiso puede y debe entregarle su cuerpo y su mente pero no necesariamente su tiempo al 100% pues tal tiempo podría serle exigido también por la empresa en la que trabaja, por su familia (hijos, por ejemplo) o por otras servidumbres que la vida impone. En este punto, la inteligencia y tolerancia del Ama son fundamentales, debiendo conceder al sumiso cierta libertad de maniobra.
• Presente un mínimo buen aspecto físico.
Expuestos los requisitos deseables en toda buena Dómina, podemos analizar cómo puede un sumiso detectar tales requisitos en el Ama a través de sus indicadores de comportamiento:
• En que su talante, su lenguaje, sus modales debieran ser autoritarios, francos, directos, un tanto agresivos, dialécticamente hablando, sin que esto último quiera decir que el Ama salte hacia el sumiso como una tigresa o que ella se ponga a gritarle a las primeras de cambio, sino más bien y sencillamente que sea ella quien lleve y conduzca el hilo de la conversación desde su firmeza, autoridad y serenidad; todo ello sin faltar jamás tal Ama a unas reglas mínimas de educación y cortesía pues, aunque algunos no lo entiendan, la Dominación y la grosería no deberían ir nunca de la mano. En este punto, recomiendo siempre como muy conveniente que el Ama exija el tratamiento de Vd desde el primer momento pues marca las distancias, señala el puesto de cada uno y educa al sumiso mucho antes de que una relación se inicie. El tratamiento de tú al Ama se presta al compadreo, rebaja la autoridad del Ama, podría crear una nebulosa mental en el sumiso y enviarle un mensaje equivocado. En definitiva, el sumiso debe notar que el Ama que le habla es un ser superior en el mundo BDSM.
• En las ideas que el Ama tiene sobre el BDSM. En esas ideas, el Ama debería mostrar tendencia a proyectar su poder al sumiso a través de su control mental, de su autoridad, su perversión, su sadismo, su fetichismo, su exigencia, su acusado sentido de posesión y un largo etc de otras cualidades cuya intensidad iría en función de los parámetros en que se mueven la vida y circunstancia de ambos. Este conjunto de cualidades del Ama debería apoyarse en una mínima base de cierta valentía y determinación en cuanto a cómo ejercer la Dominación. ¿Alguien puede imaginar un Ama que dude a la hora de dar un corte a un sumiso atrevido o que tiemble a la hora de coger una fusta?. Este posible comportamiento sería un indicador de que uno debe salir corriendo y alejarse de ella.
• En contrastar la capacidad dominante del Ama con su propia capacidad de sumisión y en ver la compatibilidad de ambas. Un Ama ‘light’ no podría controlar a un sumiso necesitado de ser explorado mental y físicamente intensamente y un sumiso que teme al dolor difícilmente soportaría el sadismo de un Ama dura e hija del Marqués de Sade. Uno y otro deben entender muy bien que esperar del contrario. Una observación: un sumiso que teme al dolor pero que tiene una gran vocación de servicio y obediencia es, en potencia, mil veces mejor que un sumiso masoquista que solo busca el dolor físico y desdeña la sumisión y la entrega. El primero será moldeable y educable, el segundo difícilmente lo será.
• En el sentido de la responsabilidad del Ama, lo cual lleva algún tiempo averiguarlo y es por eso que expongo este punto después de los otros párrafos y no porque tenga menos prioridad. Éste es otro de los puntos más importantes para que el sumiso decida entregarse y que encaja en buena medida con lo que antes manifesté de la estabilidad psíquica del Ama. Expresado en otros términos, el sumiso debe sentirse seguro y solo se sentirá así si el Ama, independientemente de lo bien que conduzca las primeras conversaciones, es capaz de imbuir en la mente del sumiso la seguridad de que pase lo que pase, actúe como actúe ella, él, su sumiso, siempre estará seguro al 100% sencillamente porque ella es persona mentalmente sana y capaz de hacer aquello para lo que está capacitada cual es dominar.
• En el aspecto del Ama. No conozco sumiso a quien no guste ver a un Ama atractiva vestida de cuero y con una fusta en la mano pero no nos engañemos; lo que vale de un Ama es su talento dominador y no su atractivo (que siempre es deseable).
Respecto a si se debe confiar más o menos en Internet o si es preferible un contacto personal entre Ama y sumiso, creo que hay que ser flexible. Todo funciona si hay sinceridad y buena fe por ambas partes independientemente del medio de contacto utilizado y nada funcionará si se da lo contrario. La mayor parte de las veces dan buen resultado unos primeros contactos y conversaciones por internet y después un primer y decisivo encuentro personal. Bien conducidos unos y otros, lo que sobreviene suele funcionar por añadidura.
Sirvan estas líneas como ideas de utilidad, no se ha pretendido sentar dogma alguno sobre este tema sino simplemente exponer un modesto ensayo sobre como debería reflexionar un sumiso para poder identificar a una buena Dómina antes de solicitar su favor.
Una aclaración, cuando se alude a los sumisos y a su perspectiva respecto a las Amas, hablamos de aquellas personas que viven y practican la sumisión desde una posición de sinceridad, honestidad y coherencia y en absoluto en aquellos otros que desprestigian la sumisión con su malhacer, con su caradura, con sus intenciones ocultas. Éstos últimos solo merecen rechazo y desprecio. Tal y como ocurre en tantos aspectos de la vida.
El contenido de este artículo contiene un aporte total o parcial extraído de lo publicado en www.flechazosbdsm.com con especial reconocimiento a las coherentes explicaciones de Tribuno
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